¿Necesitas un empaste?
¿Qué son las caries?
Las caries son la destrucción del tejido dental producido por unos ácidos generados por la placa dental. Esta placa se genera con los restos de alimentos, sobre todo azúcares, que son la perla de oro para la formación de placa dental. Generalmente, cuando las caries aparecen, su tamaño se va incrementando con el paso del tiempo por lo que es importante tratarlas cuanto antes.
Tratamientos contra las caries
Según el estado de avance de las caries se necesitará llevar a cabo un tratamiento u otro. Si la caries es leve bastará con un empaste convencional; si ha avanzado lo suficiente como para afectar al nervio, será necesario realizar una endodoncia; si el caso es extremo, podría ser inevitable extraer los restos de pieza dental para posterior colocación de una prótesis o un implante.
¿qué es un empaste?
Un empaste de muela, o cualquier otra pieza dental, es un tratamiento propio de la Odontología Conservadora que sirve para reparar un diente dañado. El proceso comienza con la limpieza de la caries del diente, para evitar que provoque una infección más grave, para luego cubrir el hueco dental restante con un material biocompatible con la pieza dental, eliminando la posibilidad de futuras infecciones en la zona y devolviendole a la pieza dental su forma original.

No, en pequeñas intervenciones lo máximo que siente el paciente es una pequeña molestia, sin llegar al dolor, ya que se trabaja en la capa superficial del diente, en la que no hay concentración de nervios. Para intervenciones de mayor calibre, se anestesia la zona, por lo que el paciente no siente dolor.
Primero, se procede a la limpieza de la caries retirando el tejido cariado del diente. Automáticamente se rellena esta cavidad con composite endurecido mediante una luz especial. Por último, se pule la parte empastada para darle la forma exacta que poseía el diente antes de la caries, y se procede a ajustar la oclusión (si fuera necesario) para asegurarnos de que la mordida es estética y funcional.
Hasta hace no mucho, era muy normal usar empastes de amalgama de plata, un material que alcanzaba una duración de unos 30 años. Sin embargo, aparte de ser poco estético, debido a su llamativo color metal, podía ser tóxico debido a su contenido en mercurio. Todavía son muchas las clínicas dentales que usan este material, sin embargo, en la Clínica Dental David Mora en Huelva usamos empastes de composite, un material que, aunque con menor durabilidad que la amalgama de plata, es totalmente seguro para la salud y es mucho más estético y funcional, debido a que se puede moldear antes de ser endurecido, adaptándolo a la fisonomía y forma del diente de cada paciente.
Un empaste de muela provisional, o de cualquier otra pieza dental, es aquel que se coloca de manera provisional por razones muy concretas. Se coloca en la cavidad dental a empastar un material más fácil de retirar que el composite, para su posterior colocación del empaste definitivo en una siguiente sesión. Como decimos, su uso es en casos muy específicos y aislados.
La principal diferencia entre un empaste y una endodoncia radica en que el empaste es un proceso muy simple, que se da para solucionar una pequeña caries dental, mientras que la endodoncia es un proceso más complicado, en el que se reconstruye el diente cuando se produce una infección por caries que atraviesa el diente y afecta directamente al nervio.
Si no se realiza bien la intervención del empaste, pueden darse varios problemas, algunos de ellos muy serios. Lo más normal es que cause más molestias de las propias de un empaste, pero en casos extremos puede incluso volverse a infectar la zona cariada. Si encontramos nuestro empaste roto no debemos preocuparnos. En cualquier caso se puede volver a colocar para devolverle la forma y funcionalidad a la pieza dental.
Tras la intervención de un empaste dental, lo más normal es que el paciente prosiga su rutina habitual sin ningún tipo de molestia o dolencia, al tratarse de una intervención simple. Sin embargo, en casos más complejos, puede darse lugar una pequeña etapa de molestia posterior, llegando a causar algo de dolor tras intervenciones más complejas como caries en empaste de muela, por ejemplo. Sin embargo, es algo dentro de lo normal, que desaparece a las horas, en los casos más extremos.
Sí, tras el empaste dental se puede comer y beber con normalidad.
Sí, tras el empaste dental se puede volver a la rutina habitual inmediatamente, incluyendo el cepillado dental.